Mary puso los ojos en blanco y apuró el contenido de la copa luego de escuchar las intenciones sucias de Slone.
— Hola, me llamo Slone, soy amiga de Waylon desde hace mucho tiempo…
— ¡Es un gusto conocerte, Slone! — la rubia le devolvió el saludo.
— ¡Eres muy hermosa! Creo que Waylon ha cambiado mucho sus gustos en cuestión de mujeres, antes les gustaban las morenas, ¿No Waylon?
El hombre se tensó de inmediato y dejó de respirar esperando la segunda estocada mortal.
La rubia no se inmutó visiblemente y mantuvo la compostura.
No era como si le importara si al desgraciado le gustaban las rubias, las morenas o las asiáticas, ¡Ese no era su problema!, el problema era que la tipeja estaba insinuando algo que podía poner en riesgo su empleo y lanzarlo todo por la borda.
Lara amplió su sonrisa como si no le importara un carajo el comentario.
— Eso supe, pero ya vez, todo es posible, incluso el cambio en los gustos.
— Pero fue un cambio muy radical, seguramente movido por el dolor de no super