Ambos entraron a la tienda y, de inmediato, el personal del lugar los abordó para atenderlos.— ¡Buenas tardes, señor Scott, los estábamos esperando! — Dijo una mujer enjuta de rostro severo y estilo sobrio y elegante, que llevaba una cinta métrica en la mano y un alfiletero de pulsera en la muñeca — ¡Pasen por aquí, hemos preparado una sala privada solo para su prometida!—¡Señor, Scott! Bienvenido, y usted también, señorita… — buscando en su mente el nombre de la chica.— Santa Cruz, Lara Santa Cruz, señor… — Lara se presentó.— Señorita Santa Cruz, tiene usted una maravillosa figura, ¡No tendrá problemas para encontrar el vestido perfecto!Waylon asintió con la cabeza y sonrió lanzándole una miradita traviesa de reojo. Lara se sonrojó ante la reacción del empresario, pero no permitió que él lo notara.El hombre amanerado, de rostro risueño y amable la tomó de la mano y la llevó hasta la sala acondicionada con un diván acolchado y cómodo, un podio frente a una pared de espejo y un
Cuando llegaron a la casa Lara estaba agotada. El estrés y las emociones del día habían sido muy fuertes para ella, pero al menos continuaba manteniendo el empleo y, aunque la víbora de Ashley le había montado una trampa con lo de las alergias de Waylon, ella había salido airosa, por ahora…Waylon la acompañó hasta la puerta del departamento cargando consigo el vestido en una caja y las bolsas con el resto de cosas que formaban el ajuar, incluidos los zapatos.— Muchas gracias, Waylon — Le dijo abriendo la puerta y haciendo amago de quitarle las cosas de la mano.— Espera, te llevaré todo esto adentro.— No es necesario, yo puedo hacerlo — El hombre enarcó una ceja y ladeó la cabeza.— ¿Siempre eres así de testaruda? No sabes recibir una atención, Lara.Ella se mordió el labio inferior y guardó silencio mientras él entraba y buscaba un lugar en donde dejar todo.— ¿Tienes hambre? ¿Quieres que te lleve a comer a alguna parte?Ella negó con la cabeza.— No…— ¡Ya se! “No es necesario” —
A la mañana siguiente, Lara se levantó temprano y preparó una taza de avena con mucha canela y uvas pasas, una ensalada de frutas con cereal y yogurt, y también buscó entre las compras que Waylon le había hecho unas galletitas integrales para llevarle a Teo.Guardó todo en una vianda y se apresuró a salir para ir a ver a su hermanito y pasar con él toda la mañana antes de tener que regresar para arreglarse para la cena de caridad de esa noche.No era que estuviera especialmente emocionada por el evento, más bien había amanecido con un malestar estomacal producto de sus nervios y esperaba que no le causara problemas.Al llegar, se apareció en la puerta y tocó un par de veces asomándose de a pocos para darle la sorpresa.— Toc, toc — le dijo después de haber tocado — ¿Está Teo, aquí?El pequeño soltó una risita juguetona y respondió:— Sí, ¡Teo está aquí esperando a su hada madrina!— ¡Muy gracioso, Teo! ¿Y qué esperabas que te trajera tu hada madrina? — Lara respondió entre risas acerc
La rubia era un total manojo de contradicciones, se recostó pegando la espalda contra la pared e intentó respirar profundo y agradecer al cielo una vez más, porque la cena de esa noche continuaba en pie, a pesar de su reacción tan exagerada por los estúpidos chocolates.En todo caso, Waylon era la persona más difícil de leer, y eso que ella era muy buena leyendo a la gente, claro, que eso no aplicaba en el caso de los hermanos Scott, porque a Rowdy no lo había conocido de verdad, solo había visto su fachada de chico bueno, una careta que no era real ni a kilómetros luz.Dejó salir el aire y se enderezó buscando dentro de ella su fuerza interior y tragándose todo su orgullo y sus predisposiciones hacia Waylon Scott. Ahora estaba en desventaja, ¡Una desventaja enorme!, y le debía una buena disculpa.— Cariño, ya debo irme… — Le dijo acercándose a darle un abrazo fuerte y lleno de ternura a Teo — Perdóname por la escenita… — Bajando el tono de su voz realmente arrepentida.— No importa,
El viaje desde la casa de Lara hasta el salón de la gala de caridad se hizo en silencio.El ambiente era cortante como el filo de una navaja, y tan tenso como las cuerdas de un violín.A Lara se le enfrió el estómago en cuando el vehículo se detuvo muy cerca de las escaleras de la entrada del lujoso edificio, y vio desfilar a grandes personalidades de la política nacional, el mundo de la farándula y, por supuesto, a grandes empresarios frente a ella, mientras el vehículo avanzaba para ubicar su puesto frente a la alfombra roja.— No tenía idea de que esto sería así… — Dejó salir conteniendo el aire mientras Waylon abría la puerta.— Lara, esto está lleno de gente de la prensa nacional e internacional.— ¿Paparazis? — Ella preguntó con un ligero temblor en la voz.— Sí, paparazis. Y
Los labios de Waylon eran dulces, suaves, carnosos y… deliciosos.La había besado con tanto cuidado que arrancó más de un suspiro en todos quienes lo presenciaron directamente, o en vivo, a través de las cámaras, e incluso, cada vez que se reprodujera en las redes sociales causando más de un cotilleo.Cuando él separó la boca de la suya, Lara apenas si pudo recordar volver a respirar. Estaba clara en que solo era una pieza de decoración en la vida del CEO, pero habría pagado por ser besada de esa forma, en vez de estar recibiendo un pago.Se sujetó de nuevo al fuerte brazo de Waylon, y hechó a andar bajando la vista al suelo para ver por dónde iba, esperaba no tropezarse antes de huir de los camarógrafos, pero no tuvo tanta suerte, ¡Los desgraciados estaban por todas partes!El hombre echó un vistazo al rostro de la chica y la vio colorada de pies a cabeza, la sangre enrojecía sus mejillas y su cuello, haciéndola lucir más sensual con cierto toque de inocencia que le hizo hervir la sa
Waylon enarcó una ceja mientras intentaba analizar la situación. Tenía lógica. Si ella fuera en verdad su novia, se habría cabreado mucho con la desfachatez de Stacy.— Mmm… creo que tienes razón, lo estás haciendo… muy realista.— Para eso me paga — Respondió con seriedad y sin ningún atisbo de simpatía. En todo caso, él estaba frío como el hielo desde el incidente de la mañana en el hospital, y ella se apegaría a hacer bien su trabajo, eso era todo.Claro, Lara trataba de convencerse de ello, pero dejar de sentir lo que la estaba quemando por dentro desde que Waylon había puesto los labios sobre los suyos, y desde que delineó la línea central de su espalda desnuda era… casi imposible.Así que no le quedaba de otra más que hacerse la muy profesional y seguir el “plan de su actuación”.— Entiendo… — Él dejó salir un poco confundido.Tal vez había sido muy duro con ella, demasiado gélido, y ahora su relación jefe – empleada se ponía bastante tensa, o quizás, esa relación comenzaba a fa
Lara lo observó y le pareció que una vena se le dilataba en el cuello. Estaba en verdad molesto.— Yo… ¡No sé de qué diablos hablas! — Dejó salir fingiendo demencia y dándole la vuelta para echar a andar de regreso al interior del salón.Waylon alargó la mano y atrapó el brazo de la chica a medio camino haciendo que se detuviera de golpe.— ¿Pero qué haces? — Ella bufó intentando zafarse de su agarre.— Responde a mi pregunta, Lara, ¿Estabas coqueteando con ese tipo?La mandíbula de Lara cayó al suelo.— ¡No me lo puedo creer! ¿Es en serio señor Scott? — Más vale que no lo hubiera llamado señor Scott, a Waylon se fundió el cielo con la tierra y se le nublo la vista de la rabia.— ¡Te dije que no me llamaras así! — Él tiró de ella atrayéndola de forma un poco ruda y envolviéndola con sus fuertes brazos le estampó un beso lleno de pasión.Esta vez no fue delicado, ni cuidadoso, era fuego puro, ansias puras, carne contra carne, fuego contra fuego, mientras sus manos exploraban con hambre