Lara se lleva las manos a la boca en un gesto de desesperación mientras busca con la mirada a su esposo.
— Cariño, quiero ir con ustedes en la ambulancia.
Uno de los paramédicos la escuchó hablar y se giró para mirarla.
— Lo siento señora, el espacio es pequeño y necesitamos poder maniobrar en caso de… bueno, no tenemos espacio — Terminó por decir.
— Ve tú con tu padre, yo seguiré la ambulancia, iremos Susy y yo en el auto.
Susan asintió con la mirada triste y se limpió las lágrimas con el borde de la mano.
Waylon abrazó a su mujer y subió a la parte trasera de la ambulancia junto a Walter que parecía desmayado, mientras Lara corría de regreso a su auto con Susan.
La rubia condujo siguiendo el sonido espeluznante de las sirenas de la ambulancia, para alguien que tenía tanta cercanía con los hospitales, cualquiera creería que podría habérselo tomado con más tranquilidad, pero en realidad era, al contrario, la ponía de los nervios la maldita sirena.
Llegaron justo detrás, y cuando estab