Rodrigo
Los días han pasado entre trabajo y más trabajo, cada día son más las cargas que tengo a mis espaldas y solo estoy en espera de la noticia tan importante que el abuelo nos quiere dar.Agradezco que mi tío no le haya dicho nada con respecto a lo que ocurrido en el club, la versión que le dimos al amanecer fue que intentaron asaltarme y por eso es que tenía mi rostro amoratado y el labio partido. Obviamos la parte en donde fuimos a parar a la cárcel por mi arrebato.—Señor, los documentos están listos. —informa mi Francia, mi secretaria.—Está bien, déjalos sobre mi escritorio y cuando los tenga firmados te aviso para que los busques.Cuando mi secretaria sale y cierra la puerta me dedico a seguir trabajando, por nada del mundo voy a permitir que mi primo se quiera apoderar del puesto que me pertenece.Si al abuelo se le ocurre la gran idea de que él sea su sucesor, no sabrá que está a punto de cavar su propia tumba y la de