Las palabras de Arianna fueron duras pero verdaderas. La complejidad de la familia Richards estaba más allá de la imaginación de la gente común y corriente.
Especialmente porque bajo el mismo techo vivían tantos descendientes y personas de diferentes generaciones. Todos se engañaron unos a otros para competir por las propiedades y negocios de la familia.
A Noah no le interesaba el negocio familiar y nunca renunciaría a lo que le pertenecía. Superó la oposición de su familia y ascendió a su puesto actual en la Sociedad de Perfumistas como una forma de salir del agujero.
La familia Richards despreciaba a los perfumistas, pero él creía que la industria sería próspera y vibrante siempre que se desarrollara bien. Aun así, la industria todavía no había desarrollado todo su potencial en el país.
Noah era vicepresidente de la Sociedad de Perfumistas y podría llegar a ser su presidente en dos años. Para entonces, se convertiría en el líder de la industria y no le sería difícil hacer ne