Louis la miró fijamente con una pequeña sonrisa.

“Es la directora de este proyecto”.

Lily se sorprendió. ‘¿Desde cuándo me convertí en la directora de un proyecto? ¿De qué estoy a cargo? No tengo ni idea de qué se trata el proyecto’.

“Encantado de conocerla, Señorita Christian”, dijo Louis mientras le sonreía. “Su nombre me resulta muy familiar”.

“Oh, ahora lo recuerdo. Usted es la ganadora del reciente concurso de perfumería, Lily Christian. Es usted, ¿verdad?”, preguntó Louis.

Lily no se esperaba que la noticia se esparciera tan rápidamente, al punto de que incluso la gente de la vibrante ciudad, Marseille, lo supiera. Además, su empresa estaba especializada en la fabricación de jabón de Ribera sur y no se dedicaba a la perfumería. Ahora que alguien la había reconocido, podía considerarse que tenía algo de fama.

“Sí, soy yo”. Ella asintió en respuesta.

Los ojos de Louis se iluminaron al instante. “¡De verdad es usted! ¡Es un honor conocerla! Para ser sincero, Señor Russell, m