Lily pensó en lo que había pasado cuando llegaron a casa anoche. ¡Lo que pasó fue clasificado R!
¿Discutirlo? ¿Qué discusión? Desde luego, ella no era lo bastante accesible para eso. ¿Dónde iban a encontrar tiempo, por no hablar de la oportunidad?
Lily miró su reflejo en el espejo y vio las aparentes ojeras alrededor de su cuello. Se sentía como si le hubieran quitado todos los huesos del cuerpo y los hubieran vuelto a juntar. Era como si hubiera una palabra clara en su rostro: agotada.
“¿Lily? Lily, ¿sigues escuchando?”. Lily no respondió, ni siquiera un gruñido, así que Olivia pensó que había colgado el teléfono.
“Eh, estoy aquí. Sigue hablando”, respondió Lily después de gorgotear y escupir la espuma que tenía en la boca.
“No tengo mucho que decir. Solo quiero saber si saben adónde vamos. Sé que no tengo derecho a preguntar, pero estoy bastante emocionada. Hacía tiempo que no me divertía”.
Llevaba todo el día encerrada en el laboratorio y quería salir a divertirse. Sin embarg