Estamos en casa y nos alistamos para ir al jardín Chihuly y entrada de cristal.
- ¿Por qué me dejaste? -me atrevo a preguntar antes de salir.
-Yo, no sabría explicarte. Estábamos muy mal, sabes, estaba cansado de lo mismo, peleábamos demasiado. -acaricia mi cabello. -Lo siento.
-Está bien, lo sé, solo. No pensé que me dejarías.
-Pero lo mejor de todo es que después de ello no seguimos soportando.
-Si. -río. - ¿Y ahora? ¿Qué somos? -lo miro fijamente y parece incómodo.
-Amigos con derecho, novios, esposos, amantes, lo que tú quieras ser para mí.
No lo sé.
- ¿No te importaría? ¿Ella...? -acaricio mi vientre.
-No.-sonríe con dulzura, pone la mano en mi vientre, lo noto un poco tenso, pero en cuanto siente que Sia se mueve se relaja.
-Le gustas. -digo al sentir como se mueve.
-Lo sé, soy encantador. -ríe.
Lo miro con los ojos entre abiertos y escuchamos el timbre.
-Yo voy. -me levantó de sus piernas y él se levanta para atender la puerta.
Me quedó sentada en el sofá hablando a mi vientr