Aquel día era muy importante para Charlize.
Morgan había conseguido rescatar a cada una de las chicas que estaban retenidas, todas habían quedado internadas en un hospital para ser evaluadas y luego trasladadas a una casa especial para protegerlas, mientras el FBI se aseguraba de que aquella banda estaba por completo desbaratada.
Ese día las chicas podrían regresar a sus hogares, pero antes querían verla para agradecerle. Morgan se encargó de contarles que ella fue quien ató cabos y movió todo para que las buscaran.
Al entrar a la casa, Charlize puede sentir aquella tranquilidad del lugar, Matías va con ella como su guardián, la mantiene pegada a su cuerpo en un acto protector, lo que provoca sonrisas en Charlize.
—Usted se puede reír, señora Méndez, pero no le vuelvo a dejar sola.
—Tienes que trabajar y yo también.
—Te pongo un séquito entonces…
—¡Charlize! —la voz de Morgan llama la atención de la pareja, que los invita a ir por el costado del edificio—. Están muy emocionadas de con