Taddeo es quien recibe el recipiente y lo abre, mientras yo me jalo el cabello en mi mente deseando que eso calme mi malestar, pero, no es así. Es demasiada la tensión para simplemente fingir calma ahora.
— Señor, estas reuniones son muy importantes. — Se pueden delegar funciones. — dice mi jefe y yo muerdo mi labio con preocupación.— No creo que…— Nunca había ido de vacaciones con Taddeo, así que…— Hay problemas en la empresa.— Solo será un fin de semana. Además, hable con mi padre y él me reemplazará estos días. Por lo que, no hay problemas. — dice mi jefe y yo quiero desaparecer.‘El problema comenzó en mi descuido total y olvido de donde me encuentro. Me confíe y por ser tan confiada es que estoy en esto.’ Me digo mentalmente.— Yo…— Vá