Toda una noche me tomó escribir normas que en menos de un día se han roto completamente y parece que a mi jefe le importa poco romperlas, porque entre ellas estaba como tercera norma no mencionar que soy su prometida, novia o algo parecido.
— Señor…— Cariño, no necesitas ser tan formal, aunque el código de etiqueta dice que tenemos vestimenta formal, no necesitas hablar así. — dice él tomando mi mano y besando esta con delicadeza.— Yo…— Dios, parece que hay mucha tensión sexual aquí, ¿no les parece, señores? — pregunta un chico bastante joven, que sonríe a todos.— Es normal entre una joven pareja. — dice mi jefe.— Corrección, es normal en una pareja que se ama. Porque yo no soy joven, pero, siento que comparto esa tensión sexual con mi esposa, ¿no es así, cariño? &