Capitulo 38: Dejarlo atras.
Ahora entiendo lo que decían sobre que los niños son una bendición que traen mucha alegría a nuestra vida, solo tenía un par de horas junto a ellos, Alek y Alexey eran mi mundo en esos momentos la roca que me mantenía atada, al igual que el cansancio y las preocupaciones que tenía en mi mente.
Con cada hora que iba pasando y el sol se ponía, rezaba que por la puerta no cruzara Leonid, no deseaba que descubriera a los dos hermosos niños que tenía junto a mí, aunque no era nada fácil para mi alimentar a los dos bebes agradecía la ayuda de la enfermera. Sin duda ser madre era un ardo trabajo que conlleva a mucha estabilidad física y emocional y en ese momento sin duda me faltaba un poco de las dos.
Alek tenía una resistencia increíble a pesar de que se mantenía medio despierto, podría aportar quien era me mantenía las noches despiertas, Alexey era mas tranquilo luego de comer y cambiarle el pañal se quedó completamente dormido.
—Entonces pequeño ¿Te quedaras despierto con mami?
Un pequeñ