Me aferró tan fuerte a los brazos de Math, no quiero que me suelte – ven, siéntate – Math pone un poco de hielo en mi mejilla, la siento arder, y un fuerte sabor a metálico en mi boca -no debiste hacerlo, mira lo que pasó por mi culpa – no es tu culpa Math, el no debió venir, Terry, mamá, se van a enterar, Terry va a odiar a su amigo por mi culpa – Lucy háblame – veo la cara de Math y solo tiene el labio partido, le toco el labio, lo escucho quejarse – perdón – es mi culpa – tranquila, ven – Math pone un poco de hielo en mi mejilla – ¿Qué hay de ti? – no es nada – se sienta detrás de mí para que me recueste en su pecho.

Al final la comida se enfrió, estuvimos tanto tiempo ahí, solo abrazados sin hablar, de vez en cuando podía sentir sus puños apretándose, se que debe estar enojado, no lo culpo – ¡Math la cena! – lo había olvidado por completo y ya estaba por ser la hora en que nos recogerían – así no vas a ninguna parte, tu madre lo va a ver – toca mi cara que arde – tu piel ya