Dario

Ya llegamos a Locarno, vamos camino a casa, todo parece estar en orden aunque había olvidado a mis padres sabía que me tendría que encargar de ellos. En nuestra casa todos nos esperan en la entrada, al bajar del auto Eli me mira nerviosa por lo que tomo su mano para darle confianza, ella respira hondo y camina a mi lado.

Al avanzar todos nos hacen reverencia mostrando su respeto por nosotros, llevamos nuestras cosas a la que desde hoy será nuestra habitación, puedo escuchar a Ilias gritar emocionado mientras mira al bosque. Después de acomodar todo salí para presentar a los nuevos integrantes de la manada, mi general a cargo no estaba contento con ellos, pues decía que sus aromas tenían una mezcla entre el de la manda y el de alguien más, lo tranquilice un poco cuando le di la noticia que ese alguien más era su Luna.

Aunque habíamos llegado hace un par de horas los evalu&oa