— Qué grosero —
Únicamente sentí sus labios en mis mejillas y me abrazó con más fuerza, pero moderada para que mis bebés no se lastimen.
— No te enojes y me gustan mucho estas etapas, Derin se pone sumamente consentida y le encanta que la tenga abrazada, también que habla como niña de cinco años cuando quiere algo —
— Ja, ja, ja, el doctor me dijo que son facetas y era normal incluso si uno quiere llorar —
— No te he visto llorar y tampoco cuando me contó lo de su exesposo —
— Espero que no, no me gusta estar llorando y con mi exesposo hace mucho que ya me sentía resignada, llore ese tiempo y después me rendí y sabía que era cuestión de tiempo. Cuándo me dijo que fue error estar conmigo y haberme tomado me dolió muchísimo, pero no lloré y creo que fue por la misma razón de que ya también lo comenzaba a dejar de querer —
— Eso ya no importa y ahora estas con nosotros y te queremos un montón e incluso te he empezado a apreciar mucho, en poco tiempo nos has conquistado —
Eso me hizo reír