Ciudad Paranormal
Ciudad Paranormal
Por: Alexandra Storm
Nuevo comienzo

Me llamo Melody Moore y era conocida como el típico "ratón de biblioteca" o la típica "cerebrito". No era como las demás personas, no me gustaba socializar y tenía una personalidad introvertida, por esa razón siempre me había costado hacer amigos pero los pocos que tenía, eran muy leales. 

No me gustaba salir a fiestas ni a eventos sociales, prefería mil veces quedarme en casa o en una biblioteca leyendo. Tampoco me interesaba tener novio porque mi agenda estaba muy ocupada y no tenía tiempo para pensar en eso.

Tenía un alto rendimiento académico, era la delegada del salón, formaba parte de un grupo que ayudaba a los animales a encontrarles hogar y aparte trabajaba medio tiempo en la cafetería de mi tía. Estaba ahorrando para un viaje a Grecia porque era una gran fanática de la mitología y ver el monte olimpo en persona, iba a ser una magnífica experiencia para mi.

Pero al ver mis ahorros, ese sueño lo veía lejano.

-Melody, ¿es cierto que te mudas esta noche?-preguntó mi compañera de trabajo interrumpiendo mis pensamientos.

-Si, así es.

-Y, ¿porque no me lo dijiste?

-Es que, se me olvido.

-No te puedes ir así, tenemos que hacerte una despedida.

-No es necesario, hoy será mi ultimo dia trabajando aquí y prefiero irme sin despedirme de nadie. 

-Eso sí que no, quieres o no, organizaremos una.

-Esta bien, supongo que no tengo opción.

No quería irme pero mi padre había conseguido trabajo en otra ciudad y era una gran oportunidad para él porque le propusieron un mejor sueldo que el que estaba ganando. La única alternativa que teníamos era mudarnos con él.

No hubo muchos clientes ese día, por lo que el lugar estuvo bastante tranquilo. Llegó la hora de cerrar el local, mis compañeras Monica y Marina me organizaron una despedida junto con mi tía. Me regalaron un pastel con una carta que firmaron entre todas y luego me fui a casa para terminar de empacar.

Mientras lo hacía, me puse a recordar todos los momentos que había pasado en mi ciudad natal, iba a ser difícil dejar todo eso atrás, para una persona tan solitaria como yo, eran difíciles las relaciones personales y estaba segura que me quedaría más sola de lo que ya estaba. Desde pequeña tuve problemas de relacionamiento, mejoré con el tiempo pero nunca logré tener una vida social activa como el resto de las personas.

Recordé las reuniones familiares y las fiestas de cumpleaños. En las reuniones era costumbre comer asado los domingos, era como una tradición familiar para nosotros. Y mis cumpleaños era inolvidables, mi madre se encarga de la decoración y encargaba la comida, mi padre se vestía de payaso para hacer reir a los niños que habian asistido por obligación de sus padres y el odioso de mi hermano que en paz descanse, se ponia una mascara de tigre y me asustaba persiguiéndome por todo el salon. Aun sigo extrañandolo, pero siento que siempre está junto a mi aunque no pueda verlo.

Terminé de empacar y quedé mirando los trofeos de mejor alumna. Perfecta asistencia académica, estudiante destacada, ganadora de concursos de matemáticas, esos eran todos los trofeos y medallas que había ganado y estaba orgullosa de eso. Con todo eso, tendría que ser la más popular de la escuela, pero la realidad era otra.

Me sequé las lágrimas jurando que mi situación cambiaría en mi nueva vida, de eso estaba segura. Iba a cambiar de personalidad y me volvería mucho más fuerte y segura de mi. 

-¡Melody!, ¿terminaste de empacar?, ¡ya tenemos que irnos!-gritó mi madre desde la sala.

-¡Ya voy mami!

Guarde mis trofeos en una caja y los guarde en el ático, quería empezar de cero y no quería llevar nada conmigo que me recordara a la antigua yo.

Tome mi maleta, apague las luces y subí al auto. Mi madre estaba igual de desilusionada que yo pero disimulaba para hacer feliz a mi padre. Estaba muy emocionado y no dejo de hablar de su nuevo trabajo durante todo el camino. 

-Papá, ¿qué pasará con nuestra casa?

-Se la vendí a una pareja de recién casados a un muy buen precio, ya no volveremos allí.

No me extrañaba que lo haya vendido tan rápido, siempre fue bueno en las ventas.

-Extrañare esa casa.

-Animate hija, te encantará nuestra nueva ciudad.

-Si tu lo dices padre.

Mi madre encendió la radio para animar el ambiente. Sonó mi celular y conteste al ver que se trataba de mi mejor y más cercana amiga. Me había olvidado despedirme de ella, seguramente estaba molesta.

-Hola Laura.

-¡Estupida!, ¿porque no me dijiste que te mudabas?

-Fue algo de último momento, disculpa, es que paso tan rapido...

-¿Cuánto tiempo te vas?

-No estoy segura, tal vez para siempre.

-Que bajon, te voy a extrañar.

-Y yo a ti.

-¿Dónde te mudas exactamente?

-En una ciudad llamada Misticalcity.

-¿Te mudas ahí?, que miedo.

-¿Porque miedo?

-¿No has escuchado las historias que se cuentan de esa ciudad?

-Sabes que no uso mucho las redes sociales.

-Típico de ti, te contaré...

Se cortó la llamada antes de que pudiera decirme, revise el telefono y se quedo sin señal al igual los celulares de mis padres.

-Qué raro.

-No me extraña-dijo mi madre.-estamos entrando a otra ciudad, es normal que no haya señal.

La carretera tenía poca iluminación y no había muchos vehículos circulando. El lugar me daba muy mala espina, era tan tranquilo y silencioso que me asustaba. La radio comenzó a fallar de repente y una extraña silueta cruzó frente al auto a toda velocidad. 

Mi padre frenó y un animal avanzó encima del auto intentando romper el techo. Aceleró el vehículo hasta llegar al hotel más cercano y decidimos quedarnos allí a pasar la noche. El techo se había quedado con marcas de rasguños como si un animal hubiera tratado de abrirlo con sus garras, pero esas no parecían garras de un animal común.

Mi madre se quedó toda la noche preocupada por el ataque y me tuve que quedar despierta acompañándola hasta que lograra dormir.

Al día siguiente, seguimos nuestro camino hasta llegar a nuestro destino. Nuestro hogar era una casa grande, pintada de colores no muy alegres y el techo estaba lleno de telarañas. 

-Esta un poco descuidada pero solo es cuestión de limpiarla que quedará como nueva. 

-Será difícil acostumbrarme.

-Espera ver tu habitación, te va a encantar. 

Mi padre me guió a mi cuarto y quedé algo decepcionada por el color, ¿en que pensaba mi padre cuando compró la casa?

-Disfrutala, si quieres, luego puedes pintarla del color que prefieras.

-Gracias padre, esta...linda.

Mi padre me dejo sola y me puse a limpiar el lugar para despues pintarlo de color rosa y mis padres pintaron su habitacion de color verde. Desempaque mi ropa y la guarde en mi nuevo armario.

Terminé de ordenar y me acosté a dormir. Mientras dormía, comencé a sentir que alguien me acariciaba el rostro, sentí besos en mi besos y lamidas en mi cuello y mi cuerpo se llenó de excitación.  

A la mañana siguiente desperté sonrojada pensando que todo había sido un sueño hasta que vi una rosa negra en mi ventana, camine hacia la ventana y la tome temerosa.

¿De dónde salió esa rosa?, ¿acaso alguien de verdad estuvo aquí?

La rosa no olía como una ordinaria, tenía una fragancia algo embriagadora. La dejé caer al suelo y fui a decirle a mis padres que alguien se había metido en mi cuarto.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo