Tan pronto como Isabella estacionó el auto de Charles en el escaso estacionamiento de su lamentable excusa de compañía, de repente pensó que probablemente todavía estaba esperando arriba a que ella llegara con su auto.

Y... probablemente estaba esperando su respuesta a su impactante propuesta.

Pero no tenía idea de qué respuesta podía dar incluso en ese mismo momento.

Ahora que se había liberado del asfixiante agarre de Gabriel, tenía la oportunidad de comenzar las cosas de nuevo. Pero la pregunta era ¿cómo?

Isabella se recostó en el asiento del conductor y reflexionó.

Podía dejar que el banco tomara posesión de su empresa casi arruinada y podía comenzar una vida en algún lugar lejos de su infierno.

O... la otra opción que seguía colgando en su cara, podría aceptar convertirse en la esposa de Charles, salvar su compañía y quedarse en un lugar al que Gabriel pudiera llegar fácilmente.

Isabella se estremeció por alguna razón.

La segunda opción sonaba aterradora. No solo porque estaría m