Yo enseguida me levante y por suerte ya se me había pasado él dolor de cabeza, así que me duche y me aliste un poco más linda de lo habitual de cómo me alisto para ir a mi trabajo y la razón era porque hoy era mi cumpleaños número veinticinco y ya que no lo iba a celebrar, pues quería al menos estar linda en mi día
¡De pronto recibo una llamada de Alicia y dice!
— Hola amiga ¿cómo estás? Sabes llegare un poco tarde porque se me presentó una emergencia, Sera que podríamos abrir dentro de dos horas?
— Hola amiga tranquila no te preocupes has tus cosas tranquilas yo abriré él local
— ¿Amiga, pero solo espérame un momento sí? Y yo te ayudó abrir
— Bueno Alicia está bien pero no te demores
Colgué la llamada y me senté en el sofá, no podía creer que Alicia había olvidado mi cumpleaños ya que me llamo, pero no me felicitó, quizá lo olvido y lo recordara más tarde, me recosté en mi sofá quedándome así dormida por dos horas ya que tenía dos días sin poder dormir por los fuertes dolores de cabe