Alessandro Santoro llego a la gran casa que había adquirido para su hija y hermano, su rostro mostraba una clara advertencia de que nadie debía molestarlo.
— ¿Y a ti que te sucede? — Luis lo observo un momento antes de hacer la pregunta.
— Candy me hizo firmar un documento donde se estipula que no tengo relación alguna con MI hijo, ¿lo puedes creer? — La vena en el cuello del hombre estaba a punto de estallar.
— Claro que lo puedo creer, ella es Candy Ángel, te convence por las buenas o por las malas de todo, pero, de todas formas, ¿Cuál es el problema? — Luis no podía creer que su hermano, el gran mafioso y estratega estuviera pasando por alto un gran detalle.
— ¿Me estás viendo la cara? — pregunto incrédulo Alessandro.
— No, claro que no, solo que no entiendo, si le dices la verdad a Vicky, ella jam&aacut