Capítulo 57: Un Momento Robado
La oficina de Dimitrios era un lugar de orden y elegancia, un reflejo perfecto de su personalidad. Amara había decidido visitarlo sin previo aviso, llevando consigo unos documentos que necesitaban su aprobación. Vestía una falda lápiz negra y una blusa blanca ajustada, profesional pero irresistiblemente atractiva.
Cuando llegó, Dimitrios estaba de pie junto a la enorme ventana de cristal que daba vista a la ciudad. Al verla entrar, sus labios se curvaron en una sonrisa que sólo le dedicaba a ella.
—Señor Kallistratos, traje esto para que lo revise —bromeó Amara, dejando los documentos sobre su escritorio.
Él se acercó, su mirada fija en ella, como si no hubiese nadie más en el mundo. —¿Vienes a hablar de trabajo o simplemente a tentar mi autocontrol?
Amara rió suavemente, pero antes de que pudiera responder, Dimitrios la tomó de la cintura y la atrajo hacia él. —Te he extrañado, —confesó con voz grave mientras su mano recorría la curva de su espalda.
—No