Axara dejó los folletos sobre la mesa y suspiró profundamente antes de girarse hacia él.
-Cael... el jefe de esa área me da escalofríos. Es más cruel que tú. Y eso ya es mucho decir.
Él rió con una calidez que contrastaba con la descripción que acababa de escuchar.
-¿Más cruel que yo? No sabía que tenías tan mala opinión de mí -bromeó, sonriendo mientras rodeaba su cintura con ambos brazos.
-No lo digo en serio... bueno, tal vez un poco -respondió ella con una sonrisa traviesa-. Pero en serio, ese Derek Ferrer es intimidante.
-Derek puede ser duro, lo admito, pero no es nada que un poco de amor no pueda ablandar -dijo con un tono que mezclaba broma y sinceridad.
Axara se detuvo a mirarlo, con una ceja levantada.
-¿Hablas de Derek o de ti mismo?
-De ambos, supongo. Tú me has cambiado, Axara.
Quizás él solo necesita a alguien como tú para darle una lección... o simplemente aprender a ser más humano.
Ella dejó escapar una risa ligera y acarició suavemente el rostro de Cael antes de darl