Y también porque los bebés recién nacidos eran realmente inocentes.

“¡Tío Shaw! ¿Qué intentas hacer? ¿No me digas que planeas que esa mujer se mude a la residencia familiar con sus hijos y que, al final, consiga echarme en el futuro?”. Rose le preguntó con los dientes apretados.

El Viejo Amo Shaw respondió con firmeza: “Haz que sea tu esclava y asegúrate de que sus hijos nunca puedan heredar ninguna parte del Grupo Ford. Cuando sean adolescentes y puedan mantenerse de forma independiente, los exiliaremos a los tres al extranjero y los dejaremos a su suerte. Creo que eso aliviaría los posibles problemas familiares, ¿no es así?”.

Rose se quedó sin palabras. Se dio vuelta y miró a Sean, quien suspiró con desesperación.

Rose miró al Viejo Amo Shaw. "¡Tío Shaw, tiene que prometerlo!".

El Viejo Amo Shaw asintió. "¡Lo prometo! Mientras esté vivo, te protegeré. ¡Si no estás satisfecha, puedo firmar un contrato!”.

Mientras fuera capaz de proteger al menos a un niño, estaba dispuesto a fi