Capítulo 561
Mientras él seguía sorprendido, Sabrina se acurrucó de nuevo en la cama y volvió a dormirse.

Sebastián le preguntó: "¿Qué pasa? ¿No te sientes bien?".

De espaldas a él, ella levantó el brazo que estaba con moretones de chupones y le golpeó el pecho. Él agarró su brazo con su mano y la detuvo. La piel de ella era tan suave y tersa, que él sintió que la lastimaría si la presionaba más fuerte. La levantó de la cama, obligándola a mirarlo y le preguntó seriamente: "¿Estás enferma?".

Sabrina negó con la cabeza, sonrojándose profundamente. Bajó la mirada y apoyó la cabeza en su pecho. Él se rio ligeramente. "Ya eres madre, ¡por qué sigues siendo tan tímida!".

"¡No lo soy!", murmuró ella.

"¿Entonces por qué sigues durmiendo? ¡Normalmente no duermes tanto!". A Sebastian le preocupaba que ella le ocultara algo.

Sabrina le respondió con sinceridad: "Ya no estoy trabajando. ¿Por qué debería levantarme tan temprano?".

"¿Qué quieres decir con que ya no trabajas?", le preguntó él.

Sa
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