No fue sino hasta medio año después de la muerte de Henry Ford que Sebastian trajo a Sabrina, Aino, y también a Louie a la Residencia Ford. Durante ese período, Sebastian solo había venido a la Residencia Ford, pero Sabrina y los niños nunca habían venido.

La gran Residencia Ford fue una vez tan alegre, animada y grandiosa, pero ahora estaba desolada. Solo había dos personas en toda la casa, la Vieja Señora Ford y Sean. Sin embargo, tenían más de veinte sirvientas trabajando en la casa. La Vieja Señora Ford generalmente nunca salía de casa. Pasaba la mayor parte del tiempo sentada y rezando en su habitación, mientras que Sean solo iba a su habitación cuando era hora de que él le llevara sus comidas. En cuanto al resto del tiempo, Sean se quedaba solo.

También hubo muchas ocasiones en las que Sean le pidió a su conductor que lo llevara a visitar en secreto a Aino en su jardín de infantes. Sin embargo, él solo la miraba de lejos. A veces tampoco podía ni siquiera echarle un vistazo. E