Después de que se secó las lágrimas y se limpió los mocos, se dijo a sí mismo de nuevo: "Oye, ¿lo has visto ahora, Grace? Esto es todo tuyo ahora. Tu hijo, tus nietos, y toda la familia Ford es toda tuya ahora, Grace. ¿Puede tu espíritu en el cielo ver los castigos que tengo que soportar? No quiero nada. Solo quiero que mis nietos me hablen".

Después de que el conductor, quien estaba al lado de él, lo escuchó decir eso, no podía soportar acompañar a Sean y estar triste junto a él. "Amo, vamos… a casa, ¿sí?".

"Mm-hmm". El viejo no se enojó esta vez.

Siguió en silencio al conductor al coche, y luego el conductor lo llevó a casa. Cuando el coche llegó a la entrada de la Residencia Ford y Sean vio el coche de Sebastian ahí, no sintió que hubiera nada extraño. Después de todo, Sebastian había estado viniendo a la Residencia Ford todas las semanas a visitar a su padre y a su abuela. Fue hasta que entró en la casa y vio que todas las sirvientas de la casa corrían por todas partes mientr