Ese mismo día, Camila recibió una llamada en su teléfono. En ella le informan que su esposo tiene una amante y que si lo quiere comprobar, le sugieren que se llegue a partir de las tres de la tarde a la oficina de él para que vea que es cierto lo que ella le está diciendo. Camila hizo caso omiso de esa llamada, total, aunque quisiera acudir a ese llamado, no podría llegar a tiempo de la hora citada porque están a varios kilómetros de distancia sus empresas.
Pronto eso quedó en el olvido y ni siquiera se lo dio en plática a su esposo, pues está más que segura de que eso no es cierto y solo ha sido obra de alguien que le quiere destruir su matrimonio al intentar meterle dudas en su cabeza.
Ahora Camila está en el hospital público, su hermana está a punto de dar a luz y de su corazón ha nacido venir y darle la bienvenida a su sobrina. Bueno, en parte, también lo hace porque sabe que la tonta de su hermana es capaz de darlo en adopción aquí mismo porque ya le advirtió que no lo quiere cri