Laura se levantó de su puesto y se acercó a Lorena.
—Ya me voy —informó.
—¿Por qué? Todavía es muy temprano —soltó Lorena con rostro un poco triste.
—Estoy muy cansada —informó Laura—, tengo mucho sueño.
—Pe-pero —trató de alegar la joven.
—Amor, Laura está muy cansada, deja que se vaya —replicó Cristian a su lado.
Las dos jovencitas se despidieron con un abrazo y después Laura se alejó de la pista de baile. Llegó hasta la mesa donde antes estaba, tomó su pequeña cartera de una silla y después se alejó de la fiesta.
En todo este tiempo la mirada de Camilo la siguió con una impotencia consumiéndolo por dentro.
“¡Laura estuvo a punto de morir por tu culpa!” recordó aquellas duras palabra