14. Necesito probar algo
Abigail
La mañana siguiente llega más rápido de lo que me hubiera gustado. La verdad tengo cero ganas de salir para verle la cara al bipolar y petulante de mi esposo. Él va a terminar por enloquecerme.
Algunas veces pienso que las cosas están mejorando, que podemos llegar, al menos, a tener una relación cordial, pero entonces abre la boca y me demuestra cuán equivocada estoy.
Él tiene todo lo que detesto de una persona, aunque no puedo negar que tiene un aspecto impresionante, de esos que nos hacen a las mujeres babear y tener deseos impuros, pero suele quedar eclipsado por su actitud tan mierda.
Dejando salir un pequeño suspiro me miro en el espejo, ya me he bañado, cambiado, peinado e incluso arreglado la habitación. Hago toda una rutina de mañana, más larga de lo normal, tratando de hacer tiempo para no tener que salir, y eso es debido a dos cosas.
La primera es que tengo vergüenza de ver a Christopher a la cara. De solo recordar que ayer prácticamente lo desnudé, mis mejillas s