Desperté y frente a mí había una enfermera que me miraba con una pequeña sonrisa en su rostro, me miraba con amor, con cariño incluso con felicidad y no entendia porque, rápidamente los recuerdos llegaron a mi mente.
No podía creerlo
¡Había tenido un accidente!
Recuerdo que los frenos fallaron, que intenté no ocasionar que ninguna persona muriera o saliera herida por mi culpa, había chocado contra una pared, mi corazón se aceleró, pero mire otra vez a la enfermera para así recordar que estaba bien que ya no estaba en aquel auto, que estaba en un lugar seguro, lleva mi vista a mi vientre, ya no había nada ahí, estaba bien.
Recuerdo aquel hombre, lo recuerdo pidiéndome que no cerrara los ojos, que siguiera despierta y que luchara por mi vida, recuerdo como sus ojos me miraban con desesperación para que yo no cerrara los míos como me prometía quedarse junto a mí mientras me sacaban de ese lugar.
Recuerdo la tos.
Recuerdo la sangre salir de mi boca.
Recuerdo los gritos.
Recuerdo los bombe