—No quiero nada contigo, suéltame —le dijo ella muy rápido mirando hacia un lado para rehuir de su mirada.
—Dímelo ahora mirando mis ojos.
Jessica lo miró y con mueca de fingido hastío le dijo:
—Suéltame y vete al carajo.
—Esto no está ocurriendo como lo imaginé —dijo gracioso y Jessica mordió sus l