—Ya veo, te perdono.
La muchacha que lo ama igual que como lo hace con Mateo, tomo a Zaira, entonces se fijó en el moretón que él tiene en la cara causa de la trompada recibida.
—Tu suegra tiene tremenda derecha— no evitó decir burlona y Magda se giró con rapidez.
—¿Aslan estabas peleando? — No