Narrador.
Más tarde, estando en casa Aslan tenía a Zaira cargada, mientras veía a Ashley arreglarse con planes de irse y pensaba en una excusa que fuera para poder detenerla, no obstante, le era difícil encontrar algo importante.
«¿Qué le digo?», se preguntó internamente.
«¿Y si finjo que me duel