24. Actuación
Mientras Anastasia caminaba por los amplios pasillos del palacio, se dirigía a su primera clase de dicción cuando una joven mujer intervino en su camino.
—Su alteza de la monarquía Talfryn quiere tener una conversación con usted —informó la dama que servía a la princesa Gisal. No había hecho reverencia ni usado un tono cortés, parecía más una orden que una invitación.
Anastasia no dijo nada, solo se quedó allí, viendo a la joven, dudando si debía ir con ella o no. No sabía a quién se refería cuando mencionó ese nombre, así que su expresión de desconcierto fue notado y su dama se inclinó para susurrarle que la empleada se refería a la princesa Gisal.
El asombro se reflejó en el rostro de Anastasia cuando comprendió.
—No puedo en este momento, me dirijo a mi clase —explicó Anastasia.
No tenía por qué dar explicaciones a nadie, menos a los empleados del palacio, pero quiso dejarlo dicho para que la princesa no pensara que estaba huyendo de ella.
—Su alteza dijo que era urgente —insistió