Hudson Toscani
Nunca pensé en casarme realmente. La única mujer con la que había ansiado casarme había sido tomada por mi enemigo y no había tenido posibilidades reales de recuperarla.
Pero aquí estaba, vestido para la ocasión con un traje italiano en negro y sosteniendo la mano de la mujer con la que consideré casarme desde el instante en el que la vi.
Y mientras el padre decía las típicas palabras que se decían en una boda italiana y que la mayoría ya debía conocer por la cantidad de veces en las que fue a una.
Pero yo estaba pendiente a los centinelas que tenía en los pisos superiores de la iglesia vigilando. Sabía que algo pasaría, porque fui lo suficientemente prepotente como para informas a todo el círculo de en dónde se desarrollaría la boda.
Estaba provocando, claro que sí, pero todo era un medio para un fin y por esa misma razón había indicado que Daven no vendría a la boda, no me arriesgaría a que algo sucediera si las cosas no salían acordes a como yo lo quería.
Y justo cua