Eran las diez y media por la noche cuando Serenity Hunt regresó a su casa desde la habitación alquilada de su hermana.
La puerta se abrió de un empujón y la casa quedó a oscuras.
¿La abuela no estaba en casa?
¿O se había ido a la cama?
Serenity Hunt entró en la casa, encendió la luz, cerró la puerta tras de sí y luego la desbloqueó. Después de pensárselo, volvió a abrir la puerta y fue a coger las zapatillas de Zachary York y las puso en la puerta de la casa.
Para que los demás supieran que había un amo en su casa.
Es un poco más seguro así.
—Señorita Hunt, has vuelto.
Cecilia oyó la conmoción y salió de su habitación.
—¿La abuela está dormida?—Serenity Hunt asintió y le preguntó.
La abuela volvió y la recogió tu cuñado, ella pensó que no volverías esta noche y me pidió que te avisara mañana.
—¿La abuela vuelve a su casa?—Serenity Hunt se sorprendió.
—La abuela dijo que se había mudado con vosotros porque tenía un conflicto con tu suegro, y ahora que los dos han resuelto su conflicto,