Si Kevin estaba borracho, seguramente Román y Teresa le pedirían a Lucas que lo llevara de vuelta al hotel.
—No bebí mucho. Es raro que Kevin cene conmigo. Él incluso hizo muchas barbacoas deliciosas. ¿O tú tomas dos copas con él?
Lucas dijo con frialdad: —No bebo por la noche.
Kevin le sonrió: —Luni, en realidad no querías que bebiera tanto, así que usaste al tío Román como excusa. No te preocupes, no tendré una sobredosis.
—¡No me llames Luni!
—¡Luni! —Teresa llamó a su hija con seriedad: —Tu nombre es Luni. ¿Qué tiene de malo que Kevin te llame así?
—Mamá, él puede llamarme Lucas. Luni es el nombre que mi familia me llama. Simplemente no estoy acostumbrada a que me llame así.
Lucas dijo impotente: —Ni siquiera sé qué beneficios os ha dado. ¿Por qué tratási tan bueno con él como si fuera tu propio hijo?
Teresa dijo enojada y divertida: —¿Por qué estás celosa? Si Kevin fuera nuestro hijo biológico, no tendríamos que preocuparnos tanto.
Lucas dejó de hablar.
Sabía que sus padres estaba