Capítulo 1895
Eneko siguió preguntando: —Kevin, ¿puedes enseñarme la foto de esa señorita?

—Eso no está bien, ¿qué haría yo si te gustara cuando veas la foto? No quiero atraerme un rival de amor.

Eneko se quedó sin habla.

—Cuando consiga ganarme el corazón de esa señorita y cuando me case, sin duda te invitaré a la boda. En ese momento, sabrás quién es.

Cuando él y Luna se casaran, Eneko definitivamente asistiría.

Dado que Kevin lo dijo así, Eneko no podía seguir pidiéndole para ver la foto aunque fuera descarada.

Sólo sonrió y contestó: —De acuerdo. No olvides que cuando te cases, tienes que invitarme y, si puedo, me gustaría ser tu padrino, para que me dé suerte y, quizá la próxima persona que se case sea yo, así que mis padres no piensen que no me quieren nadie.

Kevin sonrió y no dijo que sí, pero tampoco dijo que no. Tenía que averiguar si Eneko podía ser el padrino.

Si podía, entonces diría que sí.

Al fin y al cabo, Eneko era su único cuñado, y Kevin tenía que darle mucha importancia.

—Disculpe
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