Capítulo 931
—No hace falta, no puedo dormir con gente alrededor —dijo Silvia con serenidad. Dado que la paciente había hablado así, Ana no podía insistir en quedarse.

Si Silvia no descansaba bien y deterioraba su salud, la responsabilidad sería demasiado grande para Ana.

Ana dirigió su mirada hacia Paula, que estaba detrás.

—Entonces, tía, te molestaré con esto...

—Realmente estoy bien. Puedes decirle que se vaya también. No estoy acostumbrada a la presencia de extraños; me pone nerviosa.

Silvia ya había decidido que Paula era el informante de Ana. ¿Cómo podría permitir que se quedara a vigilarla?

Ana observó a Lucas inquisitivamente, buscando su opinión.

Lucas frunció el ceño.

—Silvia, no está bien que te quedes aquí sin atención...

—Yo misma buscaré a alguien para que venga.

Silvia también entendía que no había forma de que Lucas se quedara para cuidarla permanentemente. Incluso si conseguía que viniera, Ana seguiría apareciendo.

Si ese era el caso, era mejor encontrar a al
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