Después de que Ana y Lucío se dirigieron al estudio, Ana lo miró con curiosidad.
—¿Qué es lo que quieres decir?
Lucío tomó una profunda respiración y le contó a ella su plan de competir con Lucas por el derecho de sucesión del Grupo Hernández.
—Creo que algún día creceré y seré alguien no menos que Lucas. Entonces, podré resolver cualquier problema por mí mismo y no necesitaré que tú pidas ayuda a Lucas. Pero quiero que sepas, sin importar los problemas que enfrentes, siempre seré tu apoyo. No permitas que otras cosas nos alejen.
Ana, al enterarse de que Lucío planeaba renunciar a su sueño de ser médico durante tantos años, estaba algo sorprendida. Sin embargo, al ver la determinación en sus ojos, decidió no disuadirlo.
—Debes tener tus razones para tomar esta decisión, pero, ¿realmente quieres renunciar a tu sueño de tantos años? No es que no te apoye, solo que me parece una lástima.
—Es una lástima, pero ya estoy harto de sentirme impotente y objeto de lástima. Ana, si algún día me e