Teresa se puso nerviosa de inmediato. Conocía demasiado bien el carácter de Ana; era una mujer extremadamente dedicada a su trabajo. La posibilidad de que faltara sin una buena razón era casi nula.
La única explicación plausible era que algo le había sucedido a Ana, y ese "algo" debía ser grave.
Lo peor era que el teléfono de Ana no respondía, haciéndolo imposible de localizar. Así que Teresa se obligó a calmarse y llamó a Lucas.
Lucas tendría que saber dónde estaba Ana, y si no lo sabía, seguramente tendría los medios para encontrarla.
Marcó el número y esperó. Tras varios tonos, nadie contestó.
Volvió a intentar, pero el resultado fue el mismo: nadie respondía.
El mal presentimiento que tenía Teresa parecía estar materializándose. Súbitamente consciente de algo, corrió hacia la empresa Grupo Hernández para buscar a David.
De una forma u otra, tenía que llevar a los niños de vuelta a casa; no podría tranquilizarse hasta verlos a salvo.
...
El coche de Isabel se detuvo rápidamente fren