Al enterarse de la decisión de Lucas, una ola de nostalgia inundó a David.
Dejarlo llevarse a cualquiera sin restricciones significaba que podría llevarse a los confidentes que había formado durante tantos años. De esa manera, emprender su propia empresa se convertiría en un camino más fácil. También reflejaba la confianza que Lucas tenía en él.
Confía en que David, incluso si se va, no hará nada que perjudique al Grupo Hernández o lo traicione.
Por alguna razón, David sintió que sus ojos se humedecían, pero, al llegar a este punto, ya no había más que decir.
—Sr. Lucas, cuídese mucho en el futuro.
Terminado de hablar, David se retiró para organizar la transición de su trabajo.
Aunque planeaba irse, aseguraría que todo estuviera bien organizado antes de hacerlo.
Lucas había querido quedarse con Silvia un poco más, pero Alicia no mostró ningún aprecio. Con comentarios fríos y cortantes, cerró la puerta tras él.
Lucas, que no era de los que insisten, simplemente se fue.
Al regresar a la