183. Desespero que me consume
Jenna
Estaba perdida en él.
En los brazos de Rylan, prensada contra la pared, el calor de su cuerpo me consumía. Sus labios aún tenían el sabor de los míos, y cada toque suyo encendía un fuego que yo no quería apagar.
"¡Jenna!". Una voz cortó el pasillo. "¿Dónde estás, muchacha?". Era la cocinera jefa, con ese tono de quien no acepta retrasos. Su voz parecía lejana, pero, al mismo tiempo, nos sacó del letargo de aquel momento.
"¡Vete a la mierda!", repliqué, sin pensar. Mi voz salió afilada, el cuerpo pegado al de Rylan. No quería salir de allí. Nunca.
Él rió bajo, el sonido vibrando contra mi cuello. "Calma, pequeña", murmuró, pero sus manos apretaron mi cintura, posesivas.
Yo solo lo quería a él. En cualquier lugar. En cualquier rincón. Solo nosotros dos.
Pero también quería respuestas. Algo en la forma en que él dudaba, en el miedo de su lobo, gritaba que había una historia. Un dolor. Y estaba segura: Nuria lo sabía.
Rylan me soltó, despacio. Sus dedos aún rozaban mi piel mientras