(Anastasia Clark)
Debía haberme vuelto loca, el alcohol lo había causado, pero me gustaba jugar con él, más de lo que pensé que me gustaría. Quizás me sorprendió que él supiese quién era, quizás me sorprendió aún más que no me juzgase por ser quién era.
Mi teléfono comenzó a sonar y lo descolgué, mientras mi amiga pegaba la oreja, a pesar de que sabíamos de que no se podría escuchar mucho, pues la música estaba muy alta.