Fernando la ayudó a subir al auto, colocó su cinturón acercándose mucho a ella, Keila a pesar de estar borracha olió la fragancia tan varonil del hombre y suspiró sintiéndose calmada.
En el camino ella tarareaba la canción que Vicky cantó. Fernando sonreía al escucharla, tenía una voz muy dulce, ella lo miraba de vez en cuando regalándole una sonrisa tonta.
Llegaron a la gran casa, Keila abrió la puerta del auto, Fernando la ayudó a bajar. "Gracias". Estaba un poco más sobria.
Ella observó alrededor y giró para verlo y preguntar. "¿Cómo sabes que vivo aquí? No te lo dije".
Fernando le regaló una coqueta sonrisa. "Cuando algo me interesa investigo todo".
Ella ladeó la cabeza, sin comprender mucho sus palabras, pero estaba algo borracha así que no dijo más. “Bien”.
Keila bostezó. Fernando se acercó acomodando algo de cabello detrás de su oreja y no perdió la oportunidad de rozar su mejilla. “Descansa”. La observó entrar a la casa, mandó un mensaje de texto y tuvo como respuesta… "L