—… Quiero oírte gritar.
—¡Oooh!, Damián… Damián… —Grita mi nombre una y otra vez.
—Eso es nena, sigue tocándote, esta vez más rápido —Ella gime sin parar y yo me empiezo a tocar de solo imaginarla, pero no me concentro en mí, sino en ella, mi meta es hacerla disfrutar y sentirse cómoda conmigo. —¿En qué piensas mientras te tocas?
—En que te tengo encima de mí. —Dice y sus gemidos empiezan a cambiar a gritos de placer. Quiero que tenga un orgasmo, por lo que empiezo a decirle frases subidas de tono, para que su excitación aumente.
—Si pudieras ver lo dura que la tengo ahora…
—¿En serio? —Pregunta Chloe entre gemidos…
—Si, ahora mismo quisiera metértela y cogerte sin parar. Daría lo que fuera por siquiera poder lamer tu lindo coño y deleitarme con tu sabor…
—Oh, Damián, vas a hacer que me corra…
—No te detengas, tienes permiso, quiero que me digas cuando lo hagas, imaginaré que tu líquido se descarga en mi boca, ansío disfrutarlo…
—Ahhh, Ahh, Ah