¡Hola mis queridas lobas! 🐺✨ Primero que nada, quiero disculparme por no haber estado ayer; los compromisos escolares me tuvieron ocupada. Pero aquí estoy, de vuelta con ustedes. Sandra, cariño mío, quiero que sepas que todo se va a arreglar. A veces, un poquito de celos puede ser el empujón que Willow necesita para recapacitar. ¡Prepárense para las sorpresas que el destino tiene reservadas para ellos! Las adoro a todas y estoy ansiosa por ver cómo evolucionan estas parejas. ¡Un gran beso lobuno para cada una de ustedes! 💖🐾
C107- CON OTRA MUJER.La mujer miró a Noah con una suavidad que no pasó desapercibida para Zayden. Sin embargo, hizo las presentaciones. —Noah, ella es Ariella, enviada por una manada Moon. Su misión es mejorar las relaciones entre nosotros. Ariella asintió con una sonrisa elegante dibujándose en sus labios. —Un plener, Noah —dijo, y su mirada se quedó un poco más de lo necesario. Noah, consciente de la atención de ella sobre él, se acercó. —El gusto es mío —dijo, estrechando su mano.En ese momento, la madre del cachorro perdido apareció, en su rostro, una mezcla de alivio y enojo al ver finalmente a su hijo. Pero antes de que el chiquillo pudiera reaccionar, lo tomó de las orejas. —¡¿Qué te dije sobre alejarte?! —exclamó, mientras arrastraba al pequeño cachorro hacia ella. —¡Mamá! —el niño protestó, intentando soltarse, pero sin éxito—. ¡Solo corrí tras un conejo! —¡Nada de "solo corrí"! ¡Te he dicho mil veces que no te vayas solo! —La madre lo regañaba, pero el cariño en su
C108- LUGAR SIN PALABRAS.Odette en ese momento se giró y vio el rostro pálido de Willow. Su mirada siguió la de su amiga y alzó las cejas sorprendida. Ariella. Se encontraba demasiado cerca de Noah, su risa era un poco más fuerte de lo necesario, y su mano descansaba de manera intencionada sobre su brazo. Odette no necesitaba más pruebas. Sabía que Ariella estaba interesada en el compañero de su amiga. Apretó los labios, con una ira contenida, burbujeando en su interior. No podía soportarlo y menos podía dejarlo pasar. —Esa es una descarada. —murmuró entre dientes—. Hablaré con Zayden para que la haga irse. No voy a tolerar esto.Pero antes de que pudiera actuar, Willow, que había estado mirándola en silencio, la detuvo. —No… —dijo y luego se giró hacia ella, pretendiendo que su rostro era indiferente, pero Odette pudo ver la leve tensión en sus ojos. Lo que trataba de ocultar, era obvio para ella. Willow estaba herida, pero no quería que nadie lo supiera. —No lo hagas. —La vo
C109-AMANTE.Después de la cena, el silencio entre Noah y Willow era denso. Volvieron a casa caminando uno al lado del otro, sin rozarse, sin mirarse siquiera.Y al llegar, Willow se detuvo en la sala y soltó sin siquiera mirarlo.—Te espero en la habitación.Noah la miró, y supo. Supo perfectamente para qué lo esperaba. Tragó con fuerza, sintiendo el amargo nudo de costumbre en la garganta. Pero ya no podía más.—No puedo. No puedo seguir así, Willow… Me estás matando. Una bala de plata dolería menos que acostarme contigo… sin tocarte de verdad, sin sentir tu piel… tu calor…Su rostro, normalmente firme, ahora estaba roto, desbordado de una tristeza cruda que lo dejaba expuesto y vulnerable.Willow se tensó.Todo su cuerpo quería ceder, correr a sus brazos, olvidar todo… pero la imagen de Noah riendo con Ariella, tan cerca, tan cómplices, le ardía en la memoria como una herida abierta. Se giró, alzando la barbilla con una media sonrisa, evidentemente burlona, aunque sus ojos temblaba
C110- DEJARLA IR.La tina humeaba, rodeada de velas, y el vapor se mezclaba con el aroma dulce de las flores silvestres, envolviendo la habitación en una burbuja donde el tiempo parecía estirarse, lento y denso.Odette se deslizó en el agua caliente; su piel brillaba bajo la luz dorada. Giró el rostro y arqueó una ceja hacia Zayden, que la observaba como un lobo hambriento, sin molestarse en disimular cómo sus ojos viajaban por cada curva de su cuerpo. Bajo la superficie, sus dedos encontraron la excusa perfecta para rozarla.—¿Desde cuándo eres tan suave? —soltó ella, tratando de burlarse y ahogando un jadeo.Zayden dibujó un sendero invisible en su espalda, arrastrando los dedos despacio, saboreando cada reacción de ella.—Desde que descubrí que puedo tocarte sin que huyas —murmuró, tan cerca que Odette sintió el calor de su aliento en la nuca.No necesitaban más palabras.Sus bocas se encontraron en un beso hambriento, y el agua chapoteó cuando Zayden la giró y ella quedó sobre él.
C111-AL FINAL DEL CAMINO.«¿Dejarme ir?»Willow no gritó. No lloró. Solo sintió un frío repentino extenderse por su cuerpo, como si alguien le hubiera vaciado las venas. Pero por fuera, nada cambió. Era experta en ocultar el dolor y esta no sería la excepción.Por dentro, sin embargo, era un huracán. «¿En serio va a rendirse? ¿Así de fácil? ¿Es por Ariella?»La traición le quemaba el pecho, pero más que eso... el miedo. Porque por primera vez, Noah no estaba intentando salvarla. No la seguía. No insistía.Y él. Apretó los dientes al ver su indiferencia. Su silencio. Sin pensarlo, dio un paso hacia ella y la tomó de las mejillas, con una ternura desesperada. —No sé cómo alcanzarte ya. —espetó—. No sé cómo arreglarnos si no me dejas...Ella cerró los ojos y las lágrimas resbalaron libres. Noah respiró hondo y se separó lentamente, como si soltarla le arrancara algo vital. Sus dedos resbalaron por su piel, hasta no tocarla más. —Me iré en cuanto pueda.Y sin darle tiempo a contestar
C112- RENACIMIENTO.La habitación de Willow estaba sumida en penumbras y el eco de las últimas palabras de Odette flotaba en el aire, aferrándose a las paredes como un susurro que no quería apagarse.«No puedes perderlo por miedo, Willow. Si lo amas, lucha por él.»Willow no se movía.Estaba sentada en el borde de la cama, los pies descalzos tocando el suelo frío y las manos temblando en su regazo. Sentía el corazón golpeándole el pecho, rápido, irregular, como si intentara escapar. Dentro de ella, una tormenta se desataba sin tregua.―Odette tiene razón...Cerró los ojos, y las imágenes la invadieron con la fuerza de una avalancha: Noah, sonriéndole; sus dedos enredados en los suyos; promesas silenciosas dibujadas en cada mirada, en cada roce de piel.―Lo estoy perdiendo.La sombra de Ariella se coló en su mente y la veía acercándose a Noah, envolviéndolo en su tela de araña mientras ella, tonta, se quedaba quieta, observando cómo se lo arrebataban.―Se lo está llevando... y yo lo es
C113- BONITA NO, DIOSA.El gran salón del castillo brillaba bajo la luz de las antorchas y los candelabros de oro, como si el mismo cielo hubiera bajado a celebrar. La música tribal retumbaba en los muros de piedra, moviendo el aire con un pulso antiguo, salvaje, imposible de ignorar. Desde los enormes vitrales, la luna llena se derramaba en haces plateados, tiñendo todo con un brillo sobrenatural.Cerca del balcón, Noah sostenía una copa en mano. Ariella, a su lado con su cabello cayendo en suaves rizos sobre los hombros, rozaba su brazo con una fingida timidez, inclinándose para susurrarle algo que no era lo bastante importante como para justificar la risa forzada que soltó después.De pronto, como si el mundo contuviera el aliento, el salón se sumió en un silencio inesperado. Una vibración recorrió el aire, algo más fuerte que la música, más profundo que cualquier palabra.Noah lo percibió y se giró hacia el centro del salón… y su copa tembló apenas entre sus dedos.Willow estaba a
C114- MUNDO PERFECTO.Ariella parpadeó y abrió la boca dejando salir un jadeo ahogado. —Pero... Noah ya iba a bailar conmigo… —su voz temblaba entre la sorpresa y la rabia contenida.Willow por fin se dignó a mirarla, con una ceja arqueada y una sonrisa que era todo desafío y victoria. —Lo siento, cariño —ladeó la cabeza con falsa dulzura—. Pero no comparto. Y menos a mi compañero.Ariella se quedó sin aire, con el rostro descomponiéndose en una máscara de impotencia. Y Noah, pues él no dudó ni un latido: soltó la copa de cualquier manera sobre una mesa cercana, agarró a Willow por la cintura y la atrajo contra su cuerpo, como si al fin la recuperara después de mucho tiempo perdido.No despegó sus ojos de ella, y su voz era un susurro ronco cargado de emociones que apenas podía controlar. —Llevo semanas esperando que me mires así.Willow deslizó una mano lenta por su pecho y llegó a su cuello, sus uñas le rozaron la piel como una caricia prometida y su sonrisa era coqueta, peligros