Guié a Christian hasta un pequeño espacio más reservado, cerca de las ventanas que daban vista al jardín del hotel. Era un rincón pensado para conversaciones privadas entre compradores y representantes, pero en ese momento, servía como nuestro refugio temporario del bullicio del evento.
"Un evento impresionante", comentó, mirando alrededor. "Pero no me sorprende, considerando quién lo organizó."
"Gracias." Ofrecí una pequeña sonrisa profesional, manteniendo mi postura firme a pesar del torbellino interno. "¿Te gustaría conocer nuestras nuevas líneas?"
"En realidad, quería saber cómo estás."
La pregunta sincera me tomó desprevenida. No era el CEO hablando con una representante de la competencia. Era Christian preguntando sobre Zoey.
"Estoy bien", respondí automáticamente, entonces dudé. "En realidad, estoy excelente. Encontré mi camino."
"Puedo verlo." Asintió, sus ojos recorriendo discretamente mi atuendo profesional, la nueva confianza en mi postura. "Eduardo Méndez tuvo suerte al co