— Hice un trato con Eleonora para rastrear a Tommaso Grecco, y a cambio ella me pidió que durmiera con ella. Fue el mayor arrepentimiento de mi vida, Ellis. Y me duele aún más ver cuánto te lastimó a ti.
— No es el hecho de que hayas dormido con Eleonora lo que me lastima, Vittorio. — Explicó Eleonora, tranquila. — Es el hecho de que no me lo hayas contado. Me hubiera gustado saberlo por ti y no por Gattorade.
— Gattone. — Corrigió Vittorio.
— No te atrevas. — Dijo Ellis señalándolo con el dedo. — No te atrevas a defenderla aquí.
— No la estoy defendiendo, solo...
— No.
— Está bien, señora Amoriel