Jason estaba profundamente dormido mientras era observado por los ojos exhaustos de Ellis. Esta vez ella optó por no ir a trabajar y ni siquiera dormir mucho para que pudiera vigilar lo más posible a su hermano. A pesar de la promesa de Vittorio Amorielle, ella todavía temía por la vida de Jason que ahora se extendía, despertando de su sueño de los justos.
— ¿No me digas que me miraste dormir toda la noche? - preguntó Jason, en serio.
— No, no toda la noche. - Respondió Ellis mientras le entregaba una taza de café a su hermano. — Bebe y ve a vestirte, porque te voy a dejar en el centro comunitario y después voy a la comisaría.
— ¿Qué harás en la comisaría? Smith llamó , o algo así? - preguntó Jason, preocupado.
— Voy a buscar mi coche que dejé allí. Y por más increíble que pueda aparecer, nuestro teléfono no sonó ni una vez. - Dijo Ellis levantándose.— Tal vez esté de vacaciones, o algo así...
—O eso ya puede ser la mano invisible de Don Vittorio, con su participación, él decidió saca