— No voy a permitirle que me hable de esa manera — dijo Sophia que no era de las que se dejaban humillar de nadie, y no le importaba si ese señor era el padre de Noah, estaba cansada de los problemas
— Padre, por favor — logró decir Noah
— Nada de por favor, escuincle, estás metido en un lío, ahora da la cara ante Henry, no seas sin vergüenza — gritó el señor enfadado.
— Yo tengo otras cosas más importantes que hacer — dijo Sophia caminando de prisa y se tropezó con su brazo cuando pasó a su lado
— Adonde, crees que vas — dijo el señor Wilson tomándola del brazo y obligándola a retroceder, eso le pareció demasiado deshonesto
— Suélteme
— Suéltala
Dijo Noah y Sophia a la vez
— No, hasta que me des una explicación — dijo Henry — de mi hija no vas a burlarte
— Mi amigo tiene razón, vamos ahora mismo a tu oficina — ordenó el señor Wilson — debes aclarar de una vez por todas qué es lo que está pasando
— Maldición, que tengo a mi madre enferma, déjeme pasar — contestó Sophia soltando su bra